Si has estado en una comunidad religiosa donde cuestionar ciertas creencias te convertía en un “problema”, donde disentir te ganaba miradas de desaprobación, disciplina eclesiástica o la expulsión (desfraternisación) es probable que hayas vivido bajo el peso del dogmatismo religioso.

Pero, ¿qué hace que un grupo religioso sea verdaderamente dogmático?

No se trata simplemente de tener doctrinas firmes, sino de priorizarlas por encima del pensamiento crítico, la empatía y la dignidad de las personas.

En este artículo, exploraremos:

  • Qué define a un grupo religioso dogmático (más allá de la teología).

  • Cómo el dogmatismo daña la libertad de pensamiento y expresión.

  • Las tácticas que usan estos grupos para silenciar el disenso.

  • El impacto psicológico en quienes intentan salir o cuestionar el sistema.

  • Por qué el trauma religioso es una consecuencia lógica de este ambiente.

Si alguna vez te hicieron sentir culpable por dudar, o te obligaron a elegir entre tu integridad y tu fe, este post valida tu experiencia.

Veamos una de las características clave del dogmatismo religioso.

Un grupo dogmático no es solo aquel que tiene convicciones fuertes, sino el que las usa para controlar, invalidar y castigar cualquier disensión.

A. La infalibilidad del dogma

  • Las enseñanzas no pueden revisarse, ni siquiera ante evidencias o contradicciones.

  • Ejemplo: Si la doctrina dice “X está prohibido”, ningún argumento lógico, científico o ético puede cambiarlo. Quien lo intente será acusado de “rebeldía” o “influencia demoníaca”.

B. La demonización del pensamiento crítico

  • Preguntas como “¿Será verdad esto que creemos?” o “¿Por qué hay contradicciones en la Biblia?” se interpretan como ataques espirituales.

  • Frase típica: “No cuestiones a Dios, solo obedece.”

C. Líderes como guardianes del dogma.

  • Cualquier duda sobre doctrinas clave se interpreta como una amenaza o deslealtad a la organización.

Ejemplos concretos:

1. Adventistas del Séptimo Día.

  • Doctrina intocable: la inspiración divina de los escritos de Elena G. White (considerada “mensajera de Dios” y portadora del “Espíritu de profecía”).

  • Consecuencias de cuestionarla: dudar de sus visiones (como las profecías del Juicio Investigador) puede llevar a sermones correctivos, disciplina eclesiástica o incluso expulsión.

  • Frase típica:
    “Rechazar a la Hna. White es rechazar la luz que Dios dio para su pueblo.” (Mensajes Selectos, tomo 3)

2. Testigos de Jehová.

  • Doctrina intocable: La autoridad del “Esclavo Fiel y Discreto” (el cuerpo gobernante).

  • Consecuencias de cuestionarla: dudar de su infalibilidad (incluso con pruebas de errores doctrinales pasados) puede llevar a un “comité judicial” y, si persistes, a la expulsión (shunning).

  • Frase típica:
    “Obedece aunque no tenga sentido humano.” (*La Atalaya, 15/7/2002*)

3. Mormones

  • Doctrina intocable: La veracidad histórica del Libro de Mormón (a pesar de la falta de evidencia arqueológica).

  • Consecuencias de cuestionarla: señalar inconsistencias (como anacronismos) puede etiquetarte como “apóstata”.

  • Frase típica:
    “Cuando el profeta habla, el debate ha terminado.” (Boyd K. Packer)

El patrón común en estas tres organizaciones dogmáticas es la disciplina no es por “pecado”, sino por desafiar la autoridad y el control cognitivo del grupo.

Cómo los grupos dogmáticos destruyen la libertad de expresión.

El mayor peligro no es que existan reglas, sino que no se permita dialogar sobre ellas.

Estrategias para silenciar:

  1. Culpa y vergüenza:

    • “Si piensas diferente, es porque tu corazón no es puro.”

    • Objetivo: Hacerte dudar de tu propia moralidad.

  2. Castigos por disentir:

    • Desde sermones “correctivos” hasta expulsión.

    • Mensaje implícito: “Aquí no hay lugar para quienes no se alineen.”

  3. Lenguaje absoluto:

    • Palabras como “siempre”, “nunca”, “la única verdad” cierran cualquier debate.

  4. Espiritualización del abuso:

    • Si un líder lastima a alguien, se justifica con “Dios lo permitió para probarte.”

    • Ejemplo: insultos como “necio”, “cerdo”, “inmundo”, “hijo del Diablo”, etc., se excusan como “palabras bíblicas”.

Consecuencia: las víctimas internalizan el abuso como “parte del plan divino”.

El costo emocional: ansiedad, culpa y pérdida de identidad

Quienes crecen en ambientes dogmáticos suelen desarrollar:

  • Disonancia cognitiva: “¿Por qué siento que esto está mal si me dicen que es la verdad?”

  • Miedo crónico: A equivocarse, decepcionar a Dios o perder a su comunidad.

  • Autoalienación: Reprimir dudas para “encajar”.

Caso típico:

María, exadventista, cuenta:
“A los 15 años cuestioné por qué las mujeres no podían ser pastoras. Me dijeron que era “orgullo femenino”. Aprendí a callarme.”

¿Por qué el trauma religioso es común en estos grupos?

El Síndrome de Trauma Religioso (STR) surge cuando:

  1. Te obligan a negar tu realidad (“Tus dudas son pecado”).

  2. Te aíslan de perspectivas alternativas. (“Lo que lees en internet en contra de nosotros son todas mentiras”)

  3. Te hacen depender emocionalmente de la aprobación del grupo.

Eso no es ‘fe’, es control.

Conclusión: Romper el ciclo empieza por nombrar las cosas

Si te identificas con esto, recuerda:

No estás loco/a. El dogmatismo busca que creas eso.

Tu dignidad no depende de obedecer ciegamente.

Hay una vida después del dogma.

En TraumaReligioso.com encontrarás recursos para sanar. Porque tu voz importa, aunque ellos te hayan enseñado lo contrario.

¿Has vivido esto? Comparte tu historia en los comentarios (sin juicios, sin sermones).

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Jesus Fonte
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